El pasado 12 de septiembre, la sesión más melódica del club de Chamartín inició la campaña 2025-2026 con Chris Avantgarde como protagonista, en un septiembre marcado por la sobreoferta en la capital
BeRenatta es para muchos clubbers madrileños un refugio: ese espacio donde, aunque la agenda de la capital sea infinita, todavía cuesta encontrar sonidos melódicos de verdad, con peso internacional y cierta coherencia artística. Melodic, progressive house, organic, indie dance… géneros que no siempre encuentran escaparate en Madrid y que aquí, un par de viernes al mes, se abren paso con toda la personalidad de Renatta y sus inseparables gafas.
La temporada pasada ya nos dejó noches inolvidables con Elderbrook, Massano, Stephan Bodzin o CamelPhat. Y su nueva y cuarta campaña promete incluso más. El calendario ya anuncia paradas de altura: Deep Dish, Franky Wah, Mathame, una cita con el sello Spectrum de Joris Voorn o el esperado live show de Kölsch. Una hoja de ruta ambiciosa que confirma que BeRenatta no es un simple experimento, sino una propuesta sólida que ha sabido encontrar a su público en LAB theClub.
Y como todo buen viaje necesita un comienzo a la altura, la sesión arrancó su temporada con Chris Avantgarde como protagonista. El alemán, uno de los nombres más importantes del techno melódico, fue el encargado de dar el pistoletazo de salida. Regresaba un año después, tras la visita de Afterlife a la capital, y lo hacía en un gran momento de su carrera, poco después de fundar su propio sello, Hyperreal.
Durante sus dos horas de set desfiló buena parte de ese nuevo universo sonoro: desde los dos primeros lanzamientos del label, ‘Energy’ y ‘Dale’, hasta su más reciente colaboración con Anyma, ‘Quantum’. Fue una sesión completa, con la contundencia que pide la pista, parones melódicos cargados de emoción, y mucho baile. Un set redondo que, acompañado por los residentes Tucu, Iokhonda, y un Saint que vuelve a demostrar por qué es uno de los talentos a los que seguir de cerca, dio forma a una velada de gran nivel.
Velada en la que lo único que faltó en el club de Chamartín fue público. Aunque el ambiente con los presentes fue muy bueno, resultaba evidente que LAB no estaba explotando ni de lejos todo su potencial de aforo. Sabemos que septiembre es un mes difícil en Madrid: la oferta es abrumadora y, tras un verano cargado de festivales dentro y fuera de España, el público selecciona y filtra cada vez más a qué citas acudir. BeRenatta y LAB theClub acusaron esa problemática, común hoy para muchos promotores, incluso con un invitado principal tan atractivo como Avantgarde.
Con todo, la experiencia fue impecable, y estamos convencidos de que el sólido producto que BeRenatta ofrece en Chamartín, junto a la gran agenda que viene preparando, acabará por recalar con fuerza en el público de la capital.
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