El pasado sábado 11 de octubre, Fabrik volvió a encender sus motores para celebrar el primer capítulo de la trilogía aniversario de CODE, la sesión techno más emblemática de la capital. Una fecha marcada en el calendario año tras año, que este 2025 volvió a reunir a miles de fieles en una noche cargada de energía, BPMs y reencuentros. Tras una edición más íntima el pasado 13 de septiembre, esta CODE empezó a recuperar el pulso habitual de la temporada: aún sin Hangar ni Área 19 abiertas, pero con una sensación clara de que el gigante ya está despertando.

En una noche como la CODE, es normal recorrer diferentes salas y dejarte caer por alguna e incluso separarte de tus amigos y perderte. Daban ganas de entrar en todas las salas porque te daba la sensación de que cada una de ellas parecía competir por ser la más intensa, la más potente de entre las cuatro que había abiertas: Club Area, Main Room, Satélite y Crystal 360º.

Club Area

No estuvimos allí todo el rato, aunque si hubiese sido por nosotros, nos hubiésemos quedado aún más, porque cada vez que entraba algo nos atrapaba. Fue ese lugar al que volvías para darte un respiro, coger aire y dejarte sorprender. Supongo que sería la magia de esa música tan magnética e hipnótica liderada por algunos DJs de la sala como Raúl Ortiz, Regis, James Ruskin y Lewis Fautzi, todos ellos con propuestas muy personales.

El set de Regis fue directo, oscuro y envolvente, con ese estilo tan suyo que te mete en una espiral sin darte cuenta. Atrapando desde el principio con su sonido crudo. Pero si nos tenemos que quedar con algún momento, o mejor dicho, con algún artista de esta sala, sería sin duda Lewis Fautzi, encargado de cerrar Club Area. Lo que hizo fue difícil de describir: sonidos magnéticos, casi alienígenas, de esos que te absorben y te hipnotizan, donde estabas a gusto sin necesidad de BPMs altos, cerrando los ojos con las gafas puestas, solo sintiendo la música. Fue uno de esos sets difíciles de explicar si no estás ahí, en los que te dejas llevar totalmente.

La sala no estaba llena y eso fue parte de su encanto. Se podía bailar con espacio, sentarse en los sofás y hablar con tus colegas sin gritar. Parecía más una reunión entre amigos, como en una rave o en un club muy íntimo, y esa cercanía hizo que todo se viviera de forma más auténtica. En contraste con la locura y el frenesí de otras zonas, Club Area ofreció un techno más íntimo pero igual de potente, sin perder la intensidad musical.

Queremos comentar también la gran labor que hicieron DJs emergentes locales como Rods y Same, creando una atmósfera en las fases iniciales de la fiesta en clave de hardgroove que hicieron bailar a todos los presentes. Ya han pasado por aquí en otras ocasiones y hemos podido comprobar lo bien que se adaptan a su papel, esperamos verles más a menudo por aquí.

Satélite

Tras su ausencia en la edición de septiembre, la Satélite volvió a abrir sus puertas, recuperando su papel de punto de encuentro para los más “puretas” de CODE. La sala se caracteriza por mantener viva la esencia de club y de aquellas primeras noches en Fabrik, y esta vez, dio cita a sonidos clásicos para los amantes del techno de raíz. Juan Atkins fue el encargado de ponerla en marcha, pero su set no terminó de despegar: actitud ausente en cabina y una pista algo dispersa para lo que prometía una leyenda del género.

Tras el de Detroit, llegó el turno de Modeselektor, anunciados como uno de los grandes reclamos de esta trilogía aniversario. Y, aunque la presencia del dúo berlinés era una apuesta valiente por parte del club (una de esas decisiones que demuestran ambición y respeto por la historia del género), lo cierto es que el público de Fabrik no pareció valorarlo del todo. Poca afluencia, pero un set impecable, lleno de guiños al legado electrónico y con momentos que merecían más público del que hubo. Una sensación agridulce, más aun teniendo en cuenta que esta trilogía se apoya en tres nombres de peso; Modeselektor, The Chemical Brothers y Underworld, que quizá no son exactamente lo que el público de CODE espera… aunque muchos lo lamentemos.

En cambio sí destacamos, y mucho, el paso de DJ Rush ya bien entrada la madrugada, donde observamos un panorama radicalmente distinto. La Satélite a reventar y una pista que por fin respondía como en las grandes noches: cuerpos en movimiento, energía desatada y un sonido clásico que puso el listón alto. El de Chicago firmó un set con el ritmo, la actitud y la conexión que se espera de una figura como él, siendo para nuestro gusto, lo mejor de la noche en esta sala.

Crystal 360º

Por otro lado la sala Crystal volvió a ser el encuentro de todos los amantes la música más contundente. Y es que es un área que sábado tras sábado reúne a miles de amantes del hard techno y derivados, que han hecho que se consolide como una de las salas que más público atrae independientemente de la hora a la que vayas. Hay que señalar que desde su acertada conversión al formato 360º, ha mejorado la experiencia del usuario que permite mucha más cercanía con el artista, como pudimos volver a ver este fin de semana.

Destacamos actuaciones como la del residente Parsa Jafari, que desde las primeras horas de la tarde estuvo incendiando la pista atrayendo una gran cantidad de público de todas las edades, donde predomina la juventud, y pese a haber tenido un set tan tempranero, el dj iraní volvió a demostrar el tirón que tiene y lo querido que es en la discoteca de Humanes.

Destacar también el set de Daniella da Silva, que puso patas arriba al respetable. Con una sesión que pudimos disfrutar prácticamente de principio a fin, dejó patente su versatilidad en la cabina, alternando pasajes más contundentes con momentos más melódicos, y sintiéndose muy cercana con la gente que abarrotaba la sala.

Y por último, y en nuestra humilde opinión, el set más disfrutón de la noche en la Crystal 360º, el de Bárbara Lago. Y no solo debió ser cosa nuestra, ya que fue el momento de la noche que más gente vimos en esta área. De nuevo volvió a deleitar a la multitud con una sesión impecable, en la que conectó con un público entregado de principio a fin. Y es que por segunda vez en este año, la dj gallega estuvo en Fabrik para hacer vibrar a todos con su potente sonido.

Main Room

Dejamos el plato fuerte para el final, la Main Room. El corazón de Fabrik volvió a latir con fuerza en esta primera entrega del aniversario, reuniendo a una masa de gente que se entregaron desde el primer bombo. Desde la cabina, una alineación que parecía diseñada para que la intensidad nunca bajara: nombres muy queridos últimamente y mucha energía en una pista que no dio tregua en ningún momento. Aunque si que es verdad que en horas iniciales, otras salas como la Crystal 360º se llevó el protagonismo hasta al menos la mitad de la tarde.

El arranque vino de la mano de Anetha, una de las artistas más esperadas de la noche por muchos. Su set fue una auténtica demostración de control y elegancia en la cabina: contundente pero refinada, futurista y emocional al mismo tiempo. A base de fuertes grooves, y percusiones consiguiendo algo difícil: empezar a llenar la pista y mantenerla en constante euforia sin recurrir a la velocidad desmedida.

Después llegó uno de los grandes reclamos del cartel y donde se terminó de llenar la sala: Fátima Hajji B2B Lee Ann Roberts. Dos de las mujeres del momento, frente a frente, compartiendo la cabina como si llevaran toda la vida pinchando juntas. Lo suyo fue pura energía femenina desbordante, una descarga de hard techno, algo de schranz, acid, donde no hubo espacio para el descanso. Fátima, como anfitriona, volvió a demostrar por qué es una de las artistas más queridas de la casa (y donde presentaron su próximo ANL el próximo 17 de enero), junto a Lee Ann firmó una de esas sesiones que se quedan grabadas en la memoria colectiva de Fabrik. En cada drop se podía sentir el rugido del público, como una sola voz respondiendo a cada giro de las dos en cabina.

Después, la oscuridad se apoderó de la Main con la llegada de Kobosil, que llevó el ambiente a otro nivel. Su set fue una tormenta controlada y un viaje por los terrenos más duros del scrhanz. Sonidos metálicos, bajos agresivos y una tensión constante que mantenía los cuerpos en movimiento casi por inercia. Con su alta presencia en cabina sin necesidad de un gran espectáculo, simplemente mirada seria pero desprendiendo gran aura. Nos quedamos con una canción, su último lanzamiento, llamado ‘BR3ATH3‘.

A mitad de noche, Pawlowski aportó un cambio de ritmo sin perder contundencia. Su set fue una lección de equilibrio, combinando intensidad algo más bailongo. Supo conectar con una pista ya exhausta pero aún hambrienta de música, manteniendo la energía viva sin caer en la repetición. Fue el puente perfecto entre la crudeza de Kobosil y el cierre de los residentes.

Y como no podía ser de otra manera, el broche final corrió a cargo de los capitanes de la nave: César Almena y Nuke. Los fundadores de CODE firmaron un cierre a la altura del aniversario, haciendo lo que mejor saben hacer: conectar con el público y llevarlo al límite. Con un set vibrante, lleno de referencias al sonido que ha definido la marca durante dos décadas, los dos veteranos demostraron que el espíritu de CODE sigue intacto. A esas horas, con las luces encendiendo poco a poco y la pista aún llena (más si cabía), la sensación era clara: la trilogía aniversario no ha hecho más que empezar.

En definitiva, y tras haber entrado en calor con la primera edición de la temporada el pasado mes de septiembre, CODE volvió a vivir este sábado una de sus grandes noches. Pudimos disfrutar de una amplia variedad de estilos, donde se mezcló lo tradicional con lo contemporáneo, dando el pistoletazo de salida a una trilogía que no ha hecho nada más que comenzar. El segundo plato nos lo servirán el próximo 15 de noviembre con un cartelazo espectacular, donde destacamos nombres como: The Chemical Brothers, Sven Väth, o el prometido All Night Long de Ben Sims junto a Óscar Mulero. Por delante nos quedan dos grandes fechas para celebrar y conmemorar el vigesimosegundo aniversario de CODE, después de haber disfrutado de un día que deja el listón muy alto.





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